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porque no Sólo las Top son modelos
 
 
 
 
 
 
 

Antes de procesar una fotografía siempre es bueno fijarse bien en los fallos y en lo que queremos mejorar de ella. Para ello os muestro una manera eficaz para no pasar por alto los detalles a retocar.

Sobre la capa que contiene la imagen creamos una nueva capa transparente; duplicamos también la capa de fondo y la colocamos en la cima de la pila de capas.

La capa de fondo la utilizaremos para comparar el resultado con la imagen de origen; sobre la transparente marcaremos con un pincel rojo, o de un color llamativo en la foto, los defectos a modificar; y sobre la capa copia haremos los retoques.

Con la capa transparente seleccionada observamos la fotografía a máximo tamaño para no perder ningún detalle. Con el pincel elegido marcamos todos los defectos que encontremos, tales como imperfecciones destacables de la piel, defectos en el estilismo (arrugas, dobleces, etiquetas, etc.), deformaciones provocadas por la pose, zona claras u oscuras, etc.

Una vez identificadas las zonas a tratar seleccionamos la capa superior y comenzamos con el retoque de cada imperfección señalada.

Durante el proceso podemos activar y desactivar la capa transparente para ver qué nos falta por retocar; además, podemos marcar más imperfecciones que vayamos encontrando. Esto nos permitirá acordarnos de todo lo que se nos vaya ocurriendo, como si hiciéramos la lista de la compra ;)

Una vez finalizado el retoque activamos y desactivamos la capa superior para ver los cambios y comprobar que no nos hemos dejado nada olvidado.

Os dejo un ejemplo como ilustración ;)

El antes…

img_9203.JPG

Y el después…

img_9203_marcada.jpg