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porque no Sólo las Top son modelos
 
 
 
 
 
 
 

A grandes rasgos, estas son algunas recomendaciones a considerar cuando se pretende trabajar como modelo o fotógrafo amateur, generalmente buscando una colaboración y beneficio mutuo; un fotógrafo amateur generalmente no se puede permitir pagar una modelo para una sesión, incluso algunas agencias ni ofrecen sus modelos salvo a profesionales.

Igualmente una modelo amateur, sin book, con pocos recursos, tampoco suele acudir a una agencia pues en raras ocasiones la admitirán, y pagarse un reportaje con un profesional suele ser caro. Así que colaborando ambos, ganan en experiencia, ambos amplían sus respectivos books, y no hay mayores gastos por ambas partes. Pero es cierto que existe mucho recelo, de ambas partes, por acercarse a la otra; existe mucho engaño, sobre todo de anuncios en la red, ofreciendo trabajo, viajes, reportajes, etc. Del mismo modo, un fotógrafo arriesga aceptando en su casa a desconocidos, o acudiendo a citas para sesiones con equipos caros y ante desconocidos, que a veces incluso no van solos (los modelos).

Pero como no cabe duda que la opción de colaboración es interesante, vamos a indicar unos consejos para intentar separar la “paja del grano” en estos casos. En general, los anuncios de búsqueda de modelos, ofrezcan lo que ofrezcan, en el caso de agencias, representantes, revistas, etc, un dato a considerar es huir de los que ofrecen direcciones de correo sin dominio propio (hotmail, gmail, yahoo, etc), cualquier empresa seria hoy día dispone de su propia web, con dominio propio, donde poder contrastar una dirección social, un teléfono fijo, incluso un NIF, cuando nada de esto se ofrece, pretendiendo ser una empresa de prestigio o de amplia difusión, cuanto menos resulta raro.

Otro punto a tener en cuenta es que se ofrezcan referencias de trabajos, muestras, etc, para poder ver la calidad del trabajo, que realmente se trata de un fotógrafo. Por supuesto este punto puede resultar fácil de esquivar; sería difícil reconocer un trabajo como de un autor determinado, con la cantidad de imágenes que circulan por la red, pero en caso de estar publicadas, también se expone el fotógrafo en cuestión a sanciones según las leyes de propiedad intelectual, y por tanto deberíamos considerar que sea cierto. Sea con quien sea, si se realiza la sesión finalmente, siempre habrá que firmar por ambas partes un contrato, claro en sus cláusulas, donde se determine como mínimo los datos (nombre y apellidos, DNI y firma) de ambas partes, fecha en que se realizó el trabajo, la cesión de derechos de imagen y uso que se hagan, y las compensaciones que en su caso se apliquen. Esto garantiza los derechos de ambas partes, en adelante, de todas las imágenes tomadas en la sesión.

Otro detalle a considerar es que un fotógrafo serio, sea profesional o amateur, para trabajar con modelos menores de edad, siempre requerirá una autorización por escrito de padres o tutores, y por supuesto, nunca aceptará hacer desnudos de menores de edad. Siempre que el fotógrafo no respete estas premisas, es bueno desconfiar pues exponemos nuestra seguridad.

También hay quien suele pedir directamente fotos de los aspirantes a modelo, no es que todo el que lo pide sea sospechoso, pero para evitar desconfianzas y ofrecer cierta seriedad, personalmente recomiendo a las modelos abrir una ficha profesional con sus datos y fotos en cualquier agencia virtual, las hay gratis y muy buenas, a las que remitir a los fotógrafos que se interesen, así verán vuestro aspecto, medidas, etc, sin necesidad de enviar expresamente a cada uno esas mismas fotos, podréis siempre tener ese book virtual actualizado, y exponer solo las fotos que más os agraden o del estilo que pretendéis trabajar.

¿Las desconfianzas del fotógrafo? Pensemos que pone su equipo (generalmente bastante caro), a veces su propia casa (cuando se dispone de un estudio casero, cuando se citan para entregar el trabajo, etc), pues nada más sencillo que una cita previa en un lugar público, para conocerse, tratar aspectos de la futura sesión fotográfica, etc. En ella por ejemplo es el momento ideal de llevar un portafolios con muestras de trabajo, donde se da a conocer más ampliamente, y muy útil resulta también mostrar una copia de un contrato tipo, con lo que ambas partes vean la claridad y legalidad del trabajo de colaboración.

Aquí habría que apelar a la buena voluntad e intenciones de ambas partes, pues también es cierto que se puede concretar una cita, y posteriormente no aparecer alguna de las partes, bien sea por temores, que finalmente no interese el trabajo, etc. Sería lo más deseable avisarse, cuanto menos quedamos bien, dejamos puertas abiertas a futuros trabajos en común, y fomentamos los buenos modales. No olvidemos que tanto el fotógrafo como modelo, sean amateur o profesionales, también les cuesta dinero su tiempo.

Y en general, estas son las principales cuestiones a considerar, sobre todo en los primeros contactos, solicitar cada uno de la otra parte, cuantas preguntas o dudas surjan, y que sean aclaradas de forma convincente, con estas premisas, siempre se pueden realizar buenas colaboraciones, que resulten en buenos trabajos fotográficos que beneficien a ambas partes.