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porque no Sólo las Top son modelos
 
 
 
 
 
 
 

Cuántas veces me he planteado el presentarme a un Concurso de Belleza. Pero no a un casting vía Web de ésos en los que pones un mensaje en un par de foros y te votan todos tus amigos, no. Un Concurso de Modelos de los de verdad, de los de la tele, de ésos que casi siempre están amañados (y si no lo están, lo parece).

En un primer momento lo piensas y parece todo perfecto: te presentas, te votan, lo haces bien, e imagínate si ganas. ¡Genial! ¡Qué fácil ha sido! Pero luego vuelves a la realidad y lo piensas fríamente… ¿Realmente quiero participar? No sé… Por una parte me encantaría sentirme unos días como una princesa, allí seremos un montón de princesas luchando por nuestro objetivo, y si no lo conseguimos no pasa nada, hemos ganado un montón de amigas princesas.

¿O me equivoco? Quizá allí no sea una princesa; quizá sea un objeto bonito, al que cuidan y miman por obligación y por trabajo, del que piensan de todo pero no dicen nada, al que ilusionan con mentiras, al que miran por encima del hombro, del que creen que, como objeto que soy, no tengo cerebro.

Y yo no quiero eso. Yo quiero que se me valore por mi persona, por mi manera de ser, por cómo me desenvuelvo y un poquito por mi belleza (la tenga o no).

Realmente, ¿qué me aporta presentarme a un Concurso de Belleza? ¿Fama? ¿Dinero? ¿Amigos? ¿Contactos? ¿Entrevistas? No, no me aporta nada de eso, porque eso sólo lo tienen los que quieren tenerlo, los famosillos de la tele, las top models, los jetas de los programas del corazón. A mí me aportará una experiencia nueva, conocer gente, saber cómo funciona ese mundillo y, seguramente, pocas ganas de volver.

Soy optimista, así que estoy segura de que sacaría lo bueno de la vivencia, pero… ¿compensaría? Creo que no. Seguro que hay muchos “despueses” que desconozco. Y dicen que más vale malo conocido, que bueno por conocer. Así que me quedo con los piropos de mi madre, que quizá no pueda darme una corona de plata, pero sí me apreciará siempre, sea como sea, con mi cuerpo y con mi cerebro.